TESTAZO FINAL

Sin jugar nada bien, River sacó un importante triunfo en Mendoza ante Godoy Cruz por 1-0, correspondiente al partido de ida por la segunda fase de la Copa Sudamericana. El gol fue convertido por Pezzella a los 96´.

Seguramente el hincha Millonario no esperaba una actuación como la de esta noche en el estadio Mundialista. Por el presente del equipo y sobre todo, por el antecedente fresco del choque por torneo local en el que el equipo de Gallardo goleó en una gran actuación al Tomba por 4-0.

Godoy Cruz sabía que no podía volver a incurrir en aquellos horrores defensivos que lo llevaron a estar perdiendo 3-0 a los 15´ PT. El conjunto de Carlos Mayor tenía muy presente la actualidad del Millo y no estaba dispuesto a recibir en su casa otra paliza del visitante.

El primer tiempo fue lo mejor del partido. Con ritmo por ambos lados, y con un Tomba con la idea bien clara en como plantear el partido: por cada camiseta blanca y roja, una azul.

Godoy Cruz montó una presión hombre a hombre y así, reprimió el juego brillante que River venía desplegando a lo largo de las cinco fechas del campeonato argentino.

Los mendocinos ahogaban al Millonario, y el partido se jugaba al ritmo del local. Los primeros 45 tuvieron una dinámica que careció la segunda etapa, aunque con muy pocas situaciones de gol.

River, sin ser mejor en el desarrollo, contó sin embargo con la más clara del PT: luego de un centro desde la izquierda de Rojas, Sánchez tomó el despeje fuera del área y remató ante la buena intervención de Moyano. El rebote derivó en un Pisculichi solo que (quizás creyéndose en offside), la tiró fuera.

El equipo de Gallardo pudo adelantarse y torcer, tal vez, el rumbo de un encuentro que lo encontraba muy incómodo.

Lo más interesante de la etapa inicial, sin dudas fue el duelo Funes Mori-Ramírez. Ásperos, siempre disputando cada pelota como la última, el delantero estuvo cerca de irse expulsado por un codazo que no llegó a impactar de lleno en el rostro del Mellizo, aunque le valió la tarjeta amarilla por parte del árbitro Silvio Trucco.

Para la segunda parte, el encuentro cayó en un claro pozo. Chato, aburrido, producto de demasiadas impresiciones y de la merma en el rendimiento del local, el juego se tornó en cuanto apostaría River por el triunfo.

Godoy Cruz cedía definitivamente la iniciativa y volcó su juego únicamente a encontrar mal parado a su rival en alguna contra.

El Millonario disponía del dominio de la pelota, pero sin claridad en el tiro del final. El bajo rendimiento de jugadores como Pisculichi y Rojas (quizás por el cansancio de tantos partidos a un nivel de exigencia alto) se hacía sentir en el equipo.

Gallardo metía mano y buscando frescura con los ingresos de Tomás Martinez y Augusto Solari, aunque sin mucho éxito. Definitivamente, no era la noche de River.

A pesar de ello, el Millo era el único que buscaba y contó con la más clara (hasta ese momento) para definir el juego: un zapatazo de Pisculichi (el cual Moyano consiguió desviar) pegó en el palo, y en el rebote, Sánchez (con el arco a su merced) definió de primera afuera.

El resultado parecía no moverse. Romper el cero era una tarea casi imposible, y cuando el juego parecía irse sin goles, llegó el desequilibrio.

Tras un centro desde la izquierda de Piscu, Germán Pezzella apreció solo y estampó el 1-0 a los 96´ con un impecable cabezazo.

Premio para River por no conformarse con el empate y apostar todo en ataque.

Los jugadores de Godoy Cruz no podía creer lo que veían. Aguantaron más de 90 minutos de juego y observaban como en la última se iban con las manos vacías.

El conjunto de Gallardo se terminó llevando un triunfo importantísimo de visitante, marcando en esa condición y obligando a su rival a tener que ir a ganar en la revancha en el Monumental (jueves 18/9), ya que cualquier igualdad o triunfo de River, lo terminaría de clasificar a la siguiente fase.

El Millonario vive un dulce momento y sus hinchas, lo disfrutan.